La entrega del premio “Emprendedor”, que entregaremos en su tercera edición, y que se creó para subrayar nuestro compromiso y estrategia de apoyo a los emprendedores y al emprendimiento.

Este año el ganador del premio es el joven emprendedor Pedro Espinosa Martínez, fundador de la franquicia yogurtera llaollao.

Pedro es Ingeniero Industrial del ICAI, perteneciente a la promoción de 2007. Nació en Murcia hace 29 años y su reto empresarial comienza hace casi cinco años cuando arranca la primera franquicia de Frozen Yogurt, que montó con ayuda de sus padres en la ciudad alicantina de Denia. Desde entonces, ha abierto 130 franquicias a lo largo de toda la geografía española y ya dispone de locales operativos en Marruecos, Portugal, Francia, Bélgica, Rusia, Singapur, Arabia Saudí, Chile y Turquía. En los próximos meses abrirá en Eslovenia y República Checa dando empleo a más de 750 personas.

Las Yogurteras llaollao, dirigidas al gran consumo, apuestan por un enfoque innovador para un producto maduro, con visión y rapidez en el desarrollo en España y en mercados internacionales. Ello le ha hecho merecedor de varios premios entre los cuales cabe destacar el galardón de Emprendedor 2013 en la XXV edición de los Premios Rey Jaime I, celebrada en Valencia, por implantar con éxito una idea de negocio. La relevancia de este premio viene de la mano de su jurado formado por 90 personalidades, entre ellas una veintena de premios Nobel y que de forma unánime le concedieron el premio.

Así mismo en el año 2011, la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de la Región de Murcia, le nombró Empresario del Año. Y este año obtiene el Premio Mercurio a las empresas de servicios, de la Cámara de Comercio de Murcia.

Pedro manifiesta que el secreto del éxito de llaollao radica en la combinación entre el placer y la salud, saber interpretar al consumidor y sus precios asequibles. Según nos dice se trata de: “un producto competitivo, de calidad y lo más importante, la experiencia que aporta al consumidor por ser un producto sano y natural.”

Nuestro compañero ha declarado en alguna ocasión que estudió en Comillas-ICAI por el prestigio de la universidad, y de la propia escuela. Para él haber estudiado ingeniería en ICAI ha sido fundamental para el desarrollo de su carrera profesional por dos motivos: “Por el espíritu de trabajo y sacrifico que me han inculcado, haciendo frente a la adversidad que encontramos a diario en el mundo de la empresa, y por la metodología aprendida a la hora de afrontar problemas. En la empresa se plantean problemas o retos que se resuelven mejor desde una perspectiva de ingeniero, porque siempre se cuenta con unas variables de partida y un punto final, que no tiene por qué ser una solución única. El método de unir las variables con la solución depende de la estrategia o del camino elegido.”